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viernes, 9 de mayo de 2014

HISTORIA BEATLE [XIII]: Paul Is Dead [IV], teorías conspirativas y algo sobre prejuicios.

Hay centenares de publicaciones acerca de teorías conspirativas, leyendas urbanas, rumores [hoaxes, bulos, foafs (friend of a friend), bolazos, etc.] También ha florecido una literatura conspirativa en la cual siempre hay en juego asuntos de la más vital importancia para la Humanidad que entrañan graves peligros o guardan poderosos secretos o esconden sórdidos misterios y que ponen en juego a misteriosas organizaciones, poderosas y precisas como relojes suizos, ya sean reales, ya inventadas o ya rescatadas de un pasado en el que se creía que se habían disuelto.

Quizás el paradigma actual de esa novelística sean las obras escritas por Dan Brown, donde todos estos aspectos se dan con puntual presencia. Veamos: de las seis novelas que lleva publicadas al momento, cuatro pertenecen a una misma especie. En ellas el personaje principal es el Profesor de Harvard Robert Langdon, especialista en simbología. En las cuatro invariablemente se verá envuelto en misteriosas búsquedas, frenéticas, porque se desarrollan dentro de un período de 24 horas y en las cuales deberá poner en juego toda su sagacidad y sus conocimientos y se verá expuesto a persecuciones y atentados contra su vida, todo en escenarios que tienen que ver con obras maestras del arte universal que son las claves y pistas de los misterios. Al margen de esto, también pondrá en juego sus dotes seductoras con las mujeres jóvenes, bonitas e inteligentes que le tocarán como compañeras de aventuras.

En la primera de esa serie, Ángeles y Demonios, la historia gira en torno a la posesión de una ínfima cantidad de antimateria generada en el CERN [Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire], pero suficiente como para que una oscura organización - los Illuminati - intente atentar contra el Vaticano. Se plantea una contraposición Illuminati - Vaticano [malos y buenos respectivamente]

En la segunda, El Código Da Vinci, seguramente la más famosa y leída, el misterio se centra en la posibilidad de revelación de la estirpe descendiente de Jesús y María Magdalena, que serían los Merovingios franceses. En esta hipótesis, la Iglesia Católica quedaría en posición de ser un fraude, por lo cual, una antigua organización, el Priorato de Sión pretende publicitar tal descendencia en tanto el Opus Dei se opone y quiere impedirlo. Contraposición Opus Dei - Priorato de Sion [malos - buenos, nuevamente]

La tercera novela, El Símbolo Perdido desarrolla su misterio en torno a secretos perdidos de la Masonería, en Washington, ciudad de trazado y arquitectura masónicas. Aquí quedan involucrados el Smithsonian Institute, la CIA y les estudios de ciencias noéticas [posibilidad de animación suspendida]. El antagonismo se da con un infiltrado en la Masonería, hijo resentido de un importante masón del máximo grado. Contraposición Infiltrado - Masonería [malo - buenos]

En la más reciente novela, Inferno, un científico obsesionado por la superpoblación crea un virus que reescribe el genoma humano para lograr que la humanidad se purgue a sí misma reduciéndose en un tercio al esterilizarse la población por modificaciones de su ADN. Es ayudado por una organización, el Consorcio. Está involucrada la OMS. Contraposición Consorcio + científico - OMS. [malos - buenos]

En todas, los asuntos son graves y urgentes y de un modo u otro la Humanidad está en peligros inminentes y en riesgo de catástrofes incomparables.

No habría nada de extraño en esto, al fin y al cabo, todas las teorías conspirativas se nutren de esos factores. Lo extraño es que todas esas conspiraciones, que en cada libro parecen ser excluyentes, ocurren en el mismo universo, ya que el encargado de desentrañar esas madejas siempre es el mismo personaje. Por tanto, y como las historias se van sucediendo en su vida, debería tenerse en cuenta que esas organizaciones tienen existencia simultánea, pero en cada historia no cuenta más que la que allí interviene. Es decir, cada organización conspira universalmente sin tener ni siquiera conocimiento de las otras que también están conspirando. Lo raro es que ni son adversarias ni son cómplices, solamente existen felices en independiente ignorancia las unas respecto a las otras. Así es fácil explicarse por qué terminan siempre fracasando ...

¿Por qué este largo preámbulo? Porque partimos de esta premisa para analizar toda teoría conspirativa: cuando hay muchas versiones sobre un mismo asunto y cuando aparecen muchísimas presuntas pruebas de ocultamientos, mentiras y complots, y estas sirven para sustentar tanto una como la(s) otra(s), entonces allí surge una respuesta más que lógica: el escepticismo.

Con la teoría conspirativa más famosa de la historia del Rock'n'Roll, ocurre esto mismo. Paul Is Dead ha logrado una longevidad y unas ramificaciones que son dignas de una apasionante novela. Por lo pronto, algunas novedades que vamos a referir más adelante, nos obligan a traer a ABBEY ROAD un cuarto capítulo sobre el tema.


 Medio siglo de distancia sintetizados en una imagen.

Una curiosidad: mientras con Paul McCartney, de quien nunca se halló una prueba oficial de estar muerto, se trata por mil y un procedimientos de provocar la duda acerca de si está vivo y si el que conocemos se trata de un impostor [al que llaman Faul], en el caso de Elvis Presley, de quien hay un fehaciente certificado de defunción, se intenta también por mil y un medios, de demostrar que está vivo, de incógnito en algún lugar, falsificando otra identidad [que a esta altura son cientos, si se hace caso a los avistamientos de su persona que han sido denunciados].

Así que volvemos sobre el Paul Is Dead, ya que hemos recibido un comentario en el tercer post que hicimos hace un par de años sobre el tema. Transcribimos el comentario para no tergiversar ni una coma lo que dice:

Anónimo 7 de mayo de 2014, 21:57

La verdad tu comentario deja mucho que desear, y adolece de liviandad y una investigación poco profunda y prejuiciada. Para darte un par de ejemplos, en la frase The walrus was Paul, ignoras el carácter de las frase... El "was" le da un sentido totalmente distinto diciendo "La Morsa FUE Paul", y eso en si lo hace misterioso.Respecto al Backwards, en im so tired aludes a la canción, cuando el backwards introducido, esta totalmente fuera de la misma y es claramente escuchado al final e inentendible con la canción al derecho. Solo en backwards se entiende perfectamente. Asimismo en Revolution Number 9 hay multiples pistas en backwards, lo que esta claramente graficado por una melodia de piano que esta grabada en Backwards... no es una pista bastante obvia, pero ignorada por tu reporte. Por otra parte, la mayor pista de todas, es este mismo Faul y su ignorancia de la hitoria Beatle... por dar un ejemplo, y para que seas mas riguroso y menos prejuicioso, te dire que este Sr, ignora por completo que su primer Bajo Hoffner era para zurdos... ¿Tu lo sabias cierto? como todo un Beatlemaniaco deberias ¿No? te dejo el link para que lo compruebes por tí mismo... 

http://www.youtube.com/watch?v=gbu86BMl3NA  

a partir del minuto 7:00 como explicas esto? que puntaje le das?... jajaj bueno, es para que profundices un poco y aprendas a cuestionarte lo poquisimo que sabes...


Respondamos:
Reitero lo antes dicho: la alusión a la morsa es referente al personaje del poema La Morsa y el Carpintero que se incluye en los relatos de Lewis Carroll. Todas las alusiones a la morsa las hace John Lennon, quien es reconocido como devoto de Lewis Carroll. Por tanto, si la morsa es, era o fue John o Paul, poco tendría que ver con una supuesta muerte. ¿Por qué? Porque lo que importa en la teoría del Paul Is Dead es que la morsa se interpreta como símbolo de la muerte por algunas culturas. En realidad, la única vinculación con la muerte que pudimos hallar, procede de su nombre morsa, en su relación con mors [muerte en latín] algo que tuvo su momento durante la Edad Media. No obstante, el origen del término proviene del lapón, de una onomatopeya, morssa. Esta etimología ha funcionado para lenguas eslavas y latinas. Sin embargo, la etimología sajona de la palabra es muy distinta, ya que proviene de las lenguas nórdicas, germánicas, especialmente del noruego, Hvalross y este de Hrossvalr, del antiguo noruego. De allí deriva a walrus, en inglés. Su significado es caballo-ballena o vaca de mar. Hay también mitos referidos a la morsa entre las poblaciones árticas de América del Norte, Groenlandia y la zona nororiental de Siberia [Asia] en especial, los Chukchi [pueblo paelosiberiano] y los Inuit [más conocidos como esquimales, aunque ellos no se autodenominen así]. Aparecen en historias míticas, pero no son símbolos de muerte. Por tanto, sin la morsa es, fue o era Paul o John carece de importancia, ya que es antojadizo que se aluda a la muerte y entonces, no puede darse por válido que la morsa sea una alusión a la muerte de alguien. Pero además, el sentido del was, diferenciando entre era y fue solo tiene sentido en español, al traducirlo. En el original inglés hay una sola manera de decirlo y ni siquiera el verbo to be tiene una sola significación. En español diferenciamos entre ser y estar. En inglés no. En conclusión: la vinculación de la morsa con Lewis Carroll es comprobable y de hecho manifiesta [el propio Lennon se dio cuenta tarde de que el personaje en Lewis Carroll era negativo y de que se estaba identificando erróneamente]; en cambio, la vinculación con la muerte no tiene ningún punto de asidero, más que el hecho de que alguien haya adjudicado un sentido simbólico de muerte que no se desprende en absoluto ni de letras, ni de fotos ni de declaraciones de ningún beatle.
Sobre los backwards, ya explicamos cómo en las audiciones se puede oir diferentes cosas. Si no alcanzó con lo que ya pusimos como ejemplo, vean este otro, famoso, de Pingüino Rodríguez [Think we're gonna make it]


 


Aquí se da en el clavo: una lengua pasada al revés es equivalente a otra lengua, por lo cual, se va a intentar darle sentido en la propia. El inglés al revés no es inglés y quienes descifraron mensajes ocultos hablaban inglés, por lo cual, en lugar de Pingüino Rodríguez [o un equivalente], hallaron semejanzas con miss him o I buried Paul. Una vez que alguien creyó encontrar una semejanza, una legión se lanzó a buscar backwards y a tratar de hallar más semejanzas que, por supuesto, fueron halladas. Pero aquí también funciona el refuerzo gráfico de la palabra oída. En todas las pretendidas demostraciones de los backwards, se sobreimprime la frase que debe escucharse y se la repite. ¿Para qué? Para fijarla por asociación. El espectador lee que está escuchando lo que allí dice. Ingenioso ¿no? Es bueno informarse acerca de fenómenos gestálticos, de vez en cuando. Tomemos el ejemplo siguiente:




El tema Revolution 9 en backwards. La pantalla nos va diciendo lo que estamos oyendo. Pero ¿qué pasa si sacamos la pantalla de nuestra vista? ¿Entendemos lo mismo? Hagan la prueba. No soy el único en proponerlo. En un comentario a este video en YouTube, se propone algo semejante:
___________________________
  PacificRimNZ  Hace 6 días.

Listen to it first WITHOUT looking at the words on the screen and think about what it sounds like before watching the words on the screen. It sounds nothing like what the words are on the screen. The only reason we may think it does when we watch it is because we see what the words supposedly are as we're listening to it.

I could find "hidden messages" in Justin Bieber's music if I could really be bothered to waste my life listening to his shit over and over again.

___________________________

En este caso, lo está diciendo un angloparlante, es decir, alguien que está más familiarizado con la lengua en cuestión. Quizás para hablantes de otras lenguas resultara más difícil identificar las frases. Pero lo está señalando alguien que tiene dominio de ella. Eso demuestra que, sin el apoyo de la letra impresa, el sentido del backward se desvanece, tal como si el Pingüino Rodríguez se ahogara [o mejor, se lo tragara una morsa ...]

En relación al bajo Höfner 500/1 que McCartney hizo famoso, señalemos lo siguiente. No nos corresponde a nosotros justificar un error en lo que declara Paul. Esas declaraciones son de 1993, 30 años después de haber comprado su primer bajo Höfner [de los cuales no solo tuvo uno sino, hasta donde pude comprobar, cuatro]. En ningún momento dice que haya comprado uno común, sino que por el diseño podía llegar a tocarse al revés sin que quedara mal. Sí se explaya sobre las virtudes de su forma simétrica que evitaría, en caso de tener que tocar un bajo para diestros adaptándolo para zurdos, que se viera mal, como ocurría con los instrumentos no simétricos. Si se entiende otra cosa, no hay nadie que pueda contestar mejor el por qué de los dichos que el propio McCartney, sea Paul o Faul.

Yo puedo aportar otros datos: El primer bajo Höfner fue utilizado por última vez en el clip de Revolution en 1968, es decir, ya por el impostor Campbell o quienquiera que sea.


En el segundo 53 se puede ver bien que es el primer Höfner, por las pastillas juntas.

No puede ignorar en 1993 que 25 años antes tocó en un bajo para zurdos, él y no el presuntamente muerto.

En 1969, para las sesiones de Get Back [lo que en 1970 sería Let It Be] llevó el primer y el segundo bajo Höfner. El primero fue robado en esa ocasión [a ver qué conspiración sacan de esto].


En las sesiones de Get Back [luego Let It Be, en enero de 1969] con su Höfner 500/1, modelo 1961 el primero que compró en Hamburgo. ¿McCartney o Faul?

En el rooftop concert con el Höfner 500/1, modelo 1963. Este es el que usa en los conciertos hasta el presente. El primero le fue robado en esa misma época.

El segundo es el que toca hasta la actualidad, ese que dice que hay que afinar muy cuidadosamente. A ambos les sacó los protectores de púa. Son dos modelos distintos, el primero de 1961 y el segundo de 1963. La diferencia fundamental está en las pastillas [juntas en el primero, separadas en el segundo].

Aquí aparecen juntos los dos Höfner 500/1. El 1961 tiene el mástil hacia el espectador, el 1963 muestra su caja.

Tuvo un tercer bajo Höfner 500/1, modelo 1964, pero solo por motivos promocionales. Jamás lo tocó y fue puesto en subasta, autografiado, para fines benéficos.


El Höfner 500/1, modelo 1964, autografiado para subasta benéfica.

Hay aún otro Höfner, más reciente, al que se llama Union Jack, ya que su caja está pintada con la bandera británica, la Union Jack, blanca, azul y roja, que superpone las banderas de los países que componen Gran Bretaña y es el bajo que utilizó para el 60º Jubileo de la Reina Isabel en 2012.




Con el Höfner 500/1, modelo Union Jack, en el concierto del Jubileo de Diamante [60 años], de la Reina Isabel en 2012.
De modo que queda documentado gráficamente que el supuesto impostor Faul conoció todos los bajos Höfner de McCartney. Los dos comprados inicialmente y el 1964 que le regaló la Höfner por motivos promocionales y que venía con una firma impresa.

Edición especial con la firma impresa de McCartney en el protector de púas. Este es un bajo para diestros, como podrá verse. McCartney tuvo uno [sin firma, obviamente] que, sin embargo no usó y luego destinó a 
remate, como vimos más arriba. Ahí sí estampó su firma abreviada.

¿Por qué en 1993, parece olvidarlo? Está respondiendo a una pregunta hecha en el momento y es usual que no se pueda ser totalmente preciso frente a la inmediatez con que tiene que hacer presente el recuerdo. Repetimos lo de más arriba: en realidad no dice que haya comprado uno para diestros y lo haya usado al revés, sino que el bajo era conveniente, además de por el precio, por su simetría, que permitiría usarlo invertido sin los inconvenientes de otras guitarras o bajos y que por eso le gustó. Pero no puede olvidar cómo eran, ya que él los usó, ya sea Paul o Faul.


Debo agregar otra cosa: No, no soy beatlemaníaco, ni sé qué cosas tengo obligación de saber para serlo. No presumo de tal, por lo que estoy exento de esas nimiedades. Pero me interesa el tema y busco información. Eso sí, no sirve cualquier información. Ni sirve cualquier opinión, sino aquellas que están fundadas y son demostrables. Lo demás son conjeturas, que siempre las hay y hasta la ciencia debe partir de conjeturas muchas veces. Pero en donde no puede haber conjeturas es en la demostración de las premisas.

Por ello, me permito un sano y libre escepticismo, que no es lo mismo que prejuicio. El prejuicio es un juicio anticipado que juzga algo prescindiendo de su demostración. El escepticismo lo que hace es dudar de aquello que no es demostrado claramente. Yo diría que todo el tema de Paul Is Dead ha sido planteado ostentando un presunto escepticismo, al dudar de la historia y suponer que se la ha ocultado y deformado, pero haciendo gala de unos enormes prejuicios que parten de estar dispuestos a creer en que lo que se suponen pistas realmente lo son y, en consecuencia, interpretando todos los datos sobre la base de una premisa nunca demostrada, que tan solo plantea, presentado de modo inducido un margen de duda, pero que no demuestra nada en absoluto. El hecho de que McCartney pudiera equivocarse en relación a su bajo, no demuestra que ignorara qué bajos tenía y mucho menos que sea un impostor. A lo sumo podría demostrar que se equivocó, que su memoria falló, incluso que dijo cualquier cosa para contestar. Pero aún eso es muy improbable de extraer de la entrevista presentada.

Cuando se investiga la historia [no importa si es la historia considerada importante, relativa a los estados, a las naciones, etc., o si se trata de episodios de la cultura popular como es este caso], el método es el mismo y reviste importancia fundamental.

En primer lugar, se recogen fuentes de información, las que constituyen los documentos de que se valdrá el investigador. A eso se le llama heurística.

Esos documentos deben validarse, por lo cual se los somete a un análisis en sí mismos y en comparación con otros documentos fehacientemente validados que sean de la misma época o contexto. A esa etapa se la llama crítica.

El conjunto de documentos recopilados y validados serán los que den pie a la interpretación de lo que contienen y que permite el armado del relato histórico. Esta etapa interpretativa es la hermenéutica.

Finalmente, de la construcción del relato sale el producto final, que es la exposición, es decir, lo que llega a manos del receptor.

Como se verá, la etapa de la crítica es de sustancial importancia, porque es la que permite determinar la autenticidad del documento, primero, y luego, establecer la veracidad de lo que dice. Un documento puede ser auténtico, pero no decir la verdad. Por ello, es muy importante respetar el criterio de falsación, que somete al documento [de la especie que sea, escrito, gráfico, sonoro, tradición oral, fílmico, y un largo etcétera] a probar que es auténtico. Del momento en que se demuestra falsedad total o parcial, ese documento queda descartado. Sí puede quedar como documento real para una historia de esa falsificación, ya que es la prueba de la misma.

Y eso es lo que ocurre con la mayor parte, la casi totalidad de la supuestas pistas y pruebas de este Paul Is Dead: no soportan la etapa de la crítica. En realidad ese ha sido el trabajo que realizamos en los posts anteriores y en parte, en este. Sometimos al proceso de falsación a los "documentos" conformados por las pistas que se fueron aportando.

Cuando establecimos índices de credibilidad, lo hicimos en función de dos supuestos: 1. ¿existe realmente la fuente citada? Por ejemplo, ¿existe esa fotografía, la línea de esa canción, el dibujo, la imagen señalizada, lo que se oye en backwards?

2. ¿Es cierta la imputación que se le hace a esos elementos de revelar lo que se dice que revelan? Por ejemplo: ¿efectivamente el backward dice lo se dice que dice? ¿esa línea de la canción se interpreta realmente del modo que se dice, o responde a otros motivos? ¿puede demostrarse que la imagen simboliza lo que se indica que hace? ¿esos documentos corresponden al contexto y al momento en que se los ubica?

Por ello fue que indicamos muchas veces que la imagen o la frase o lo que fuere realmente existe, pero que al no poder demostrarse la significación, su credibilidad depende únicamente de la existencia del objeto, pero no de su sentido. Allí, el tema pasa a un terreno de especulación y de creencia, mas no de investigación y racionalidad. Allí es donde opera verdaderamente el prejuicio: vamos a creer lo que estamos dispuestos a creer e, incluso, lo que queremos creer.

Hay centenas de libros de Teoría de la Historia, de Metodología de la Historia, de Filosofía de la Historia y de Epistemología que resultan muy provechosos en su lectura y que dan muchas pautas acerca de cómo se investiga en temas históricos.

Me proponía incluir algunos otros comentarios acerca de otras supuestas pistas y consideraciones sobre presuntos testimonios, pero ya se ha alargado mucho este post. Probablemente den lugar a una quinta parte de este tema más adelante.

Por lo demás, esperamos que si alguna inquietud volvió a suscitarse, estas argumentaciones hayan servido para darles respuesta. Y si no es así, admito que nos envíen comentarios que aporten al intercambio racional y respetuoso sobre el tema.

Hasta pronto

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